domingo, 4 de octubre de 2009
Múltiples instituciones ciudadanas, ambientalistas, eclesiales, y dirigentes de comunidades de todo el país se reunieron el 3 y 4 de septiembre, en Santiago a analizar los conflictos que genera la concentración de la propiedad del agua dulce en Chile. El seminario, que se realizó en la casa central de la Universidad de Chile, convocó a unos 500 participantes y marcó un hito en la coordinación de fuerzas en la lucha por el derecho al agua.
El Seminario contó con la presencia de Maude Barlow, presidenta del Council of Canadians, premio Nobel Alternativo 2005 y connotada activista por la recuperación de la gestión pública del agua a nivel mundial. Barlow mostró como la privatización casi total de las aguas en Chile refleja una tendencia mundial, en que los países del “tercer mundo” están obligados a entregar sus servicios de agua a transnacionales que lucran con ella y niegan su acceso a quien no pueda pagarla. Ella contó además como fondos de inversión de países ricos ya están comprando tierras y aguas, como en la Patagonia de Chile, para acaparar reservas del vital elemento, anticipando su escasez futura.
Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable, mostró como el marco regulatorio de las aguas en Chile, especialmente el Código de Aguas de 1981, ampara la mercantilización y monopolización de las aguas, que dejó como resultado que 90% de los derechos del aguas no consuntivos en Chile se encuentran en manos de 3 empresas privadas. La Constitución de Chile no reconoce al agua como un “buen público”, lo que es una situación inédita en el mundo.
Durante el seminario se conocieron testimonios de los múltiples conflictos que causa esta situación en todo Chile. Muchas comunidades rurales e indígenas, sobretodo en el Norte y Centro del país, viven situaciones dramáticas por estar impedidas de acceder al agua para el consumo y para el desarrollo de sus actividades tradicionales por causa de la sobreexplotación y contaminación realizada por actividades mineras e industriales. Por otra parte, en la zona Sur se multiplican las inversiones hidroeléctricas, termoeléctricas y celulosas que destruyen y contaminan cuencas completas, afectando a áreas de alto valor ecológico, y a muchas comunidades, entre ellas las Mapuches. En el seminario se valorizó la valentía y perseverancia de las comunidades en lucha, construyendo colectivamente un mapa de los conflictos del agua en Chile. “Ahora puedo decir en mi comunidad que no somos los únicos y que no estamos solos en esto”, dijo un dirigente.
Destacó la presencia de varias organizaciones eclesiales, que se han vinculado en la Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación, para fortalecer la concientización y la práctica de una nueva cultura del agua. El obispo Luis Infanti de Aysén repitió que según la Biblia “la Tierra es de Dios”, y que el agua debe ser un bien común para todos. “La privatización y, peor aún, mercantilización de estos bienes es inhumano, antiético e inmoral,” planteó. “Las decisiones de Estado deben responder fielmente a principios éticos, lo que significa que la participación ciudadana debería intervenir para exigir que los organismos correspondientes del Estado consideren y cuiden el cumplimiento de dichos principios”.
La hna. Nelly Parada presentó la visión de la Coalición Ecuménica, incluyendo la posición de la Conferencia de religiosos y religiosas de Chile y Caritas Chile, en que llamó a recobrar el sentido religioso y místico del agua y que: "Desde una visión cristiana reconocemos el agua como un derecho y denunciamos proféticamente a todas las personas y estructuras políticas y legales que quitan o limitan el acceso al agua para la población o legitiman la contaminación o la alteración del equilibro ecológico. Esta amenaza a la vida por intereses individualistas y económicos representa para nosotros un pecado.” Afirmó que la Coalición se compromete con la concientización de sus comunidades y con las luchas de las comunidades en conflicto, promoviendo una reforma Constitucional y del Código de Aguas.
Las experiencias relatadas de la recuperación de agua por la movilización del pueblo en Uruguay, y de una gestión pública y ciudadana de las aguas en partes de Brasil, generaron esperanzas en el segundo día del seminario, que inició con una ceremonia del agua, en que se juntaron las aguas traídas de muchos ríos de Chile y vaciadas en una sola fuente, fortaleciendo así el compromiso, la solidaridad y la voluntad de unir las fuerzas para salvar al agua para la vida en la tierra, su gente y las generaciones venideras.
Una de las consecuencias del seminario fue la formación de la Coordinadora por la Defensa del Agua y de la Vida, para seguir articulando los esfuerzos de todas las comunidades y organizaciones presentes.
Los organizadores del seminario fueron las siguientes organizaciones: Vicariato Apostólico de Aysén, Cáritas-Chile, Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación, Centro Ecuménico Diego de Medellín, Confederación de Religiosos y Religiosas de Chile (CONFERRE), Observatorio de Derechos Ciudadanos, Ecosistemas, Consejo de Pueblos Atacameños, Red de Mujeres del Norte Grande, ANAMURI, Instituto de Ecología Política, Codeff, Acción Por Los Cisnes, Coordinadora de Defensa Ríos del Maipo, Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA), Federación Nacional de Trabajadores de Obras Sanitarias (FENATRAOS), Federación Nacional de Agua Potable Rural (FENAPRU). El evento es auspiciado por Fundación Heinrich Bôll, Universidad de Chile, Embajada de Holanda, Red Vida y la organización internacional Council of Canadians.-
Mayor información: www.derechoalagua.cl
El encuentro fue organizado por una amplia red de instituciones católicas, evangélicas y ecuménicas, unidas frente a las amenazas a la vida causadas por la crisis ecológica y la privatización del agua en Chile. El evento buscó integrar los aportes de las distintas tradiciones espirituales que aprecian el agua como símbolo de vida a proteger y reverenciar. El encuentro constató que en la mayoría de los conflictos ambientales en Chile el agua aparece como un bien amenazado, porque sólo es tratada como recurso económico, por lo que se requiere un cambio de cosmovisión y no solo transformaciones a nivel político y económico.
Durante el evento se escucharon los testimonios impactantes de comunidades de todo el país que luchan por la defensa de su derecho al agua y a un ambiente libre de contaminación. Desde el valle del Huasco, el pastor presbiteriano de Chiguinto Manuel Gajardo narró la resistencia de su comunidad a los proyectos mineros. Releyendo Ezequiel 47, Gajardo recordó que en Chile dependemos de las aguas de la cordillera de los Andes, por lo cual la montaña es nuestro templo, un espacio sagrado, que debería ser patrimonio de la humanidad.
Otros testimonios provinieron de San Pedro de Melipilla, afectada por la sequía y la acción de las empresas agroindustriales, desde la costa del Maule, entre Constitución y Chanco, lugar en el que se planifica instalar la Central Termoeléctrica Los Robles, y desde la caleta Mehuin y la resistencia de los pescadores al ducto de la empresa de celulosa CELCO. También asistió una representante de la Iglesia de Aysén, quien dio a conocer la forma como fue redactada la carta pastoral “Danos hoy el agua de cada día”, del Obispo Luis Infanti.
Estos testimonios fueron comentados por tres aproximaciones teológicas de parte de Ute Seibert, teóloga luterana, del obispo emérito de Ancud y presidente de CARITAS Chile Juan Luis Ysern, y Julio Marileo, especialista en cultura y cosmovisión mapuche.
El encuentro generó una agenda de trabajo para impulsar la defensa del agua como un bien público. Entre otros puntos se propuso:
Generar conciencia y acción, actuando de forma audaz, desde lo pequeño y cotidiano. Impulsar un cambio de paradigmas, desde el antropocentrismo a una nueva visión, en varios niveles, integrando procesos de conversión personal, cambio social y de cosmovisión desde una perspectiva más holística.
A nivel ciudadano, apoyar e impulsar el cambio constitucional que permita recuperar el control público de los ecosistemas y otros bienes comunes, uniéndose a movimientos que buscan la nacionalización del agua.
Al mismo tiempo, desarrollar una visión integradora latinoamericana vinculando los esfuerzos con los que se desarrollan en otros países de la región.
También se promoverá la elaboración de un catastro de problemas medioambientales en los cuales hay presencia y acción de Iglesias y organizaciones ciudadanas, con el fin de potenciar los vínculos con otras organizaciones.
Los métodos propuestos son variados, desde la creatividad y la producción artística para concientizar sobre estos temas, hasta la divulgación de la Carta Pastoral de Luis Infanti.
La Coalición busca funcionar mediante un modelo de organización en varios niveles. Se pretenden desarrollar encuentros anuales nacionales y también encuentros de tipo regional, con liderazgos rotativos que permitan nuevas estructuras de poder y el uso de medios de comunicación alternativos y nuevas tecnologías de información.
Al fin del encuentro los participantes reafirmaron su compromiso con la vida mediante una celebración, en que se reflejó la mística de las distintas tradiciones espirituales presentes.
Convocaron: Amerindia Chile, CARITAS Chile, Centro de ex-alumnos del Seminario de Santiago, Centro Ecuménico Diego de Medellín (CEDM), Comité Oscar Romero de Chile (COR), Comunidad de Reflexión y Espiritualidad Evangélica (CREE), Con-spirando, Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL), Justicia, Paz e Integridad de la Creación Columbanos (JPIC), Justicia, Paz e Integridad de la Creación-CONFERRE (JPIC), Los misioneros laicos de Maryknoll, Pastoral de La Mujer de la Iglesia Evangélica Luterana de Chile, Reflexión Cristiana Valparaíso, ONG Tremonhue: Centro de Espiritualidad y Salud Integral , World Vision Chile.